Archivos para octubre, 2015

Publicada 7 de marzo de 2015 – RNB https://rockandball.com.ar/ball/messi-munecas-124182/

Levantada por Mundo Deportivo de Barcelona – https://www.mundodeportivo.com/futbol/fc-barcelona/20150310/102553288679/messi-ensayaba-faltas-con-munecas.html

Juan Cruz Leguizamón, amigo y arquero de Messi en Newell’s, dio detalles sobre el equipo que integraron apodado La Máquina, los detalles de la infancia del 10 y la amistad que aún sostienen, incluida una anécdota imperdible con muñecas. “Hablo casi todos los días con Leo”, dijo.

team87

 

Nos olvidamos pero al fútbol no juegan robots, sino personas. Detrás de esas estrellas, de esas piernas que tanto corren a lo largo y ancho de la cancha, se esconden historias, sueños, momentos íntimos, familia, amistades. Por eso, cuando a Juan Cruz Leguizamón (arquero de Central Córdoba) le preguntan por Lionel Messi, su ex compañero en Newell’s, él responde: “Para mí no es Messi, es mi amigo Leo, con el que habló casi todos los días de mi vida. Es que pasábamos tanto tiempo juntos, que yo lo veo como un amigo más. Lo miro a los ojos hoy y veo al Leo de chico“. Ambos rosarinos se conocieron en las inferiores de La Lepra, allí se hicieron amigos y conformaron un gran equipo con la categoría 1987, apodado La Máquina, que dio lecciones de fútbol en cancha de 7 y luego de 11. Se trataron de las primeras gambetas y goles de la Pulga, pero también de sus preciados recuerdos de la infancia.

El fútbol bifurcó sus caminos posteriormente, pero antes los unió a mediados de los ’90. “Nos juntábamos en casa y decíamos ‘vamos a jugar a los tiros libres’. Yo tenía un arquito, poníamos las sillas altas de bebé como barrera, y las muñecas de mi hermana como arqueras. Pasábamos horas, tardes, fines de semana jugando así, como también salíamos a andar en bicicleta o íbamos todos los viernes a jugar fútbol 5 en las canchas de Lucas Scaglia (primo de Antonella, la novia de Messi)”, recordó en diálogo con Rock ‘N Ball. Así eran los días para estos chicos en Rosario. ¿Y esa histórica casa? Juan Cruz ya no vive allí, pero sí sus padres quienes tienen el privilegio de contar que algunos remates de Lionel fueron entre sus macetas. “Todo está intacto: todavía tengo el arquito, las pelotas Pulpito que usábamos, hasta el barrio está intacto. Todo quedó igual, excepto las muñecas que quedaron destrozadas”, completó Leguizamón.leitograndoli

Lionel Messi arrancó a jugar en Grandoli, el club de baby fútbol de su barrio. Lo llevó su abuela Celia (a quien le dedica todos sus goles) con apenas cinco años. Era tan bestial lo que ya hacía en aquel entonces que Ñuls lo fichó el 30 de marzo de 1994. Su debut fue en una goleada 6-0, con cuatro tantos del pequeño Lionel, según precisa la Asociación Rosarina de Fútbol en sus documentos oficiales. Hasta octubre de 1999 jugó en el equipo rojinegro, alcanzando un total de ¡234 goles!. Años después se dio su conocido traspaso al Barcelona, debido a que en Argentina nadie estuvo dispuesto a financiar el tratamiento de crecimiento hormonal que Messi requería. En esos años de formación, Leo integró el primer gran equipo de su vida: La Máquina ’87.

Nos conocíamos tanto, éramos tan amigos y jugando hacíamos parecer todo muy fácil. Ganamos cada torneo que disputamos contra equipos rosarinos y de AFA como River o Boca. El equipo quedó en el recuerdo de todos porque daba gusto verlo jugar y goleaba seguido”, rememora hoy Leguizamón, portero indiscutido del aquel conjunto que arrancó jugando en cancha de 7. Hasta se acuerda la formación de memoria. “Yo en el arco. Franco Casanova abajo, Matías Giannantonio por izquierda, Matías Pecce por derecha. Lucas Scaglia en el medio. Arriba, Agustín Ruani con Gonzalo Mazzía. Ese fue el comienzo de La Máquina ‘87”. A la que luego se añadieron, entre otros, un tal Lionel Andrés Messi, de una débil contextura física, pero con una técnica que asombraba a rivales, espectadores y hasta sus compañeros. “Siempre hizo goles alucinantes. Muchísimos goles similares al que le hizo al Getafe (símil al de Diego Maradona a los ingleses). Agarraba la pelotita en mitad de cancha, se esquivaba al equipo entero y terminaba adentro del arco. La llevaba atada al pie, y hacía así todos los goles. Con tan corta edad, tenía técnica de jugador adulto”, contó el uno. [De yapa: video 1 y video 2].

Lionel Messi with his sister Maria Sol

Otra anécdota, sobre las tempranas habilidades de la Pulga, la acercó Enrique Domínguez, uno de los entrenadores que lo tuvo, el cual a su vez es padre de Sebastián (defensor de Estudiantes): “Cuando el estadio de Ñewell’s se estaba remodelando, se jugaba en cancha de Central. En el entretiempo, Leo hacía juegos y no se le caía la pelota de los pies, ni de la cabeza, ni de los hombros. Tenía ocho o nueve años, y la gente lo ovacionaba como si fuese un crack del primer equipo”.

En Rosario, el talento futbolístico desborda. Por eso, además de Leo, había otro chico que sobresalía: Gustavo Rodas, de la ’86. Brillaba casi tanto como Messi, aseguran distintos rosarinos que veían sus partidos. Por algo, Billy integró tempranamente la Sub 17. Pero su carrera se estancó: brilló un poco en Perú y su último paso fue por Talleres de Córdoba, jugando casi nada. Sin embargo, el arquero Leguizamón lo vivió en primera persona y reafirmó su postura bien messista al respecto: “De chiquitos se los comparaba, y se decía que eran los dos mayores talentos de Newell’s. Billy era un gran jugador, pero nunca fue más que él. Leo siempre fue el mejor de todos

Con el paso de La Máquina a cancha de 11, se le fueron sumando algunos nombres que destacaron como Diego Rovira, Mariano Miró, Gerardo Grighini y Federico Rosso. Incluso, el defensor Facundo Roncaglia jugó con ellos a lo largo de esos años, pero como delantero. “Facu empezó de punta y tiraba buenos centros. Nos reencontramos en Boca, cuando atajé ahí, pero Roncaglia ya había pasado a ser defensa”, detalló Leguizamón, quien por esas casualidades del fútbol se reencontró con su viejo compañero. Aunque la suerte no fue igual de grata para todas esas promesas. De todos esos nombres, la Pulga, Leguizamón, Roncaglia, Scaglia (hoy en el Jacksonville de EE.UU), Rosso (Crucero del Norte) y Mazzía (juega en El Salvador) llegaron a Primera. Muchos quedaron el camino, en el umbral que separa la etapa de formación del alto rendimiento.

Aunque la amistad quedó, y la mayoría de los integrantes de La Máquina siguen en contacto. “Fuimos todos los chicos al Mundial, a hacerle el aguante a Leo. Siempre que podemos nos juntamos, y estamos comunicados todo el tiempo a través de un lindo grupo de whatsapp que tenemos”, reveló Leguizamón, contento porque todavía ese vínculo, el lazo de haber sido hermanos en una cancha de fútbol durante varios años, no se rompió.juan_cruz_leguizamon

Contrarrestando la lógica de la distancia, la relación entre Lionel Messi y Juan Cruz Leguizamón no se perdió. El diálogo continuó a pesar de las diferencias futbolísticas: el primero siguió en tierras catalanes, y el arquero recaló en Central Córdoba, donde hizo dos años de inferiores y luego pasar a Boca. Empezó con edad de Cuarta división y fue titular en Reserva, hasta entrenó con la Primera. Debido a “un tema entre clubes”, dejó el Xeneize y volvió este semestre a Central, aunque también defendió los colores de Deportivo Morón y Sportivo Belgrano de Córdoba. “Tenía muchas ganas de volver, por lo que significa estar acá en Rosario con mi gente, mi familia, mis amigos, mi novia. Además, estoy en el club donde en parte salí y soy hincha, así que soy feliz”, relató el hoy arquero titular del Charrúa.

Hablamos casi todos los días, entonces me informó directamente con él sobre las novedades que le ocurren allá. Sigo la mayoría de sus partidos en el Barcelona o en la Selección. Siempre estoy expectante a lo que hace”, detalla Leguizamón, de 27 años. Según él, estamos ante el mismo Messi que él conoció de pequeño: “Nunca cambió su forma de ser, no perdió su humildad, por eso llegó a ser lo que es. Además, es uno de esos jugadores que nacen una vez cada muchos años. Fue Pelé, Maradona y ahora es Leo”.

Por Alejandro Giordano [@alegiordano11]

EL SUPERAGENTE JORGE MENDES

Publicada septiembre 2015 – RNB http://www.rockandball.com.ar/superagente-mendes/

¿Cuánto cobraste en tu último sueldo? Jorge Mendes ganó alrededor de 30 millones de euros en el reciente mercado de pases. De futbolista que dejaron libre y microemprendedor, a ser el representante número uno del mundo. El portugués maneja clubes, ningunea a Lionel Messi y glorifica a Cristiano Ronaldo, su cliente estrella y amigo.

Sus teléfonos arden en invierno y verano. No es porque sean sus estaciones favoritas, sino porque son los períodos cuando se concretan las transferencias en el mundo del fútbol. A través de sus agencias más reconocidas, GestiFute yDoyen Sports, representa personalmente a 100 jugadores –Cristiano Ronaldo, James Rodríguez, Falcao, etc.-, y otros cientos de manera indirecta, a través de empleados de sus empresas.pases ult mercado

Intervino en las últimas tres ventas –Real Madrid, United y PSG– deÁngel Di María, logró que Nicolás Otamendi sea el defensor argentino vendido más caro de la historia, y tiene línea directa con Diego Simeone para los fichajes del Atlético Madrid. Con poder de mando en distintos clubes, por su amistad con los presidentes, el portugués Jorge Mendes es considerado el número uno, y algunos lo llaman el “Messi de los agentes deportivos”, por haber ganado cinco veces seguidas –desde 2010el premio al mejor representante del mundo.

Hoy en día, con 49 años, el oriundo de Lisboa cuenta con un verdadero imperio, un sistema aceitado para embolsar plata, a través de jugosas e infladas comisiones. Por ejemplo, percibe el 10% del salario de sus representados y, solo en el 2014, facturó casi 10 millones de euros en este concepto, según precisó el periódico español El Mundo. Su primera agencia, la mencionada Gestifute, concretó transferencias por un total acumulado de 1,068 billón de euros, según los análisis de Sporting Intelligence. En el último mercado, sumó 315 millones a esa cifra. El diario catalán Sport habla de 400 palos en total, teniendo en cuentas sus intervenciones directas e indirectas en distintas negociaciones del mercado. Fastuosas cifras, aunque los inicios futbolísticos delsuperagente no habían sido para nada millonarios.

TRASPASOS MÁS CAROS DE MENDES EN AGOSTO
ANTHONY MARTIAL, DEL MÓNACO AL MANCHESTER UNITED (50 MILLONES, MÁS 30 EN OBJETIVOS)
ÁNGEL DI MARÍA, DEL UNITED AL PSG (63 MILLONES)
NICOLÁS OTAMENDI, DEL VALENCIA AL MANCHESTER CITY (42 MILLONES)
JACKSON MARTÍNEZ, DEL PORTO AL ATLÉTICO (35 MILLONES)
ARDA TURAN, DEL ATLÉTICO A BARCLEONA (34 MILLONES)
AYMEN ABDENNOUR, DEL MÓNACO A VALENCIA (25 MILLONES)

Mendes no anheló estar afuera, sino adentro de la cancha. Realizó pruebas en distintos clubes y, con 20 años, se dio por vencido. Su último equipo, el que lo dejó libre, fue elVianense, de la B de Portugal. Tras superar el duelo, allí comenzó a conectarse con la veta comercial del deporte: le compró los carteles de publicidad al club, que hoy está en la cuarta división. Luego, siguió con pequeños negocios como un videoclub, más tarde con bares y boliches. En uno de esos locales nocturnos, conoció a su primer representado Nuno, del Vitoria Guimaraes. La amistad avanzó, al igual que la carrera del arquero que, al año siguiente, fue vendido al Deportivo La Coruña. Hoy, es entrenador del Valencia, y casualmente cuenta con varios futbolistas del agente.ucl y mou

No fue un traspaso rimbombante, pero marcó el comienzo de todo. En ese año (1996), Mendes se hizo agente FIFA, quedando habilitado para representar jugadores y participar de transacciones, y fundó Gestifute. Se fue instalando lentamente en el mercado, para en 2001, vender a un volante de 19 años, delSporting Braga al Newcastle inglés, por 12 millones de euros. Hugo Viana fue su primera gran transferencia. Luego, llegaría el inicio de una rentable y duradera amistad con José Mourinho. La historia es conocida: Porto conquistó la Champions League en 2004, y se lo retribuyó a Mou ubicándolo enChelsea, con el contrato mejor pago del momento, debido a su estrecha relación con el ruso Roman Abramovich. Los contactos crecían, la red se expandía. Mendes calaba cada vez más hondo en los clubes. Por ejemplo, el Dínamo Moscú, en manos de otro magnate de Rusia, Alexei Fedorichev, fichó a diez jugadores del superagente en dos temporadas: Costinha, Maniche, su primer representado Nuno, entre otros.

feliz cr7Sin embargo, la relación más fructífera, por lejos, es la que forjó con su representado estrella, Cristiano Ronaldo. Hace 15 años, lo conoció en Lisboa en una prueba abierta, y quedó absolutamente encantado. Desde entonces, lo cuidó como a pocos, y lo impulsó. “Es el mejor jugador y deportista de la historia, nunca ha aparecido un jugador como él. Respeto a Di Stéfano, pero ninguno se puede comparar con él, incluso la diferencia con Messi es abismal. Con 16 años, ya era el mejor del mundo, hacía cosas que nadie podía”, dijo sobre CR7, a la cadena brasileña Globoesporte. Con una sola temporada en la Primera del Sporting Lisboa, Mendes lo colocó en elManchester United (2003), donde estaba dirigiendo su amigo Alex Ferguson, que prometió titularizar a la gran promesa. Ganó títulos, fama y Balón de Oro. Para 2009, lo ofreció al Barcelona en primera instancia, debido a su buena amistad con el ex presiJoan Laporta, pero finalmente lo llevó al Real Madrid. En todo concepto, por la venta, sueldo del jugador y porcentajes de derechos comerciales, el representante ganó 30 millones en este traspaso.con mou y cris

Para 2010, sus dos mejores clientes se juntaron en el cuadro merengue. Por aquel entonces, el Wall Street Journalestadounidense lo calificó al representante como “dueño del Madrid“, debido al rol que ejercía en las contrataciones, similar al modus operandi que había aplicado en Porto y Dinamo. Antes de Mou –quien lo apoda “Big Brother”-, Mendes logró la compra de un defensa ex Porto, Pepe. Luego, se cansaría de hacer buenos negocios. Algunos de ellos, fueron Ricardo Carvalho, Di María –al que forzó a cambiar de representante-, Fabio Coentrao, y el último fue Danilo, por el que pagaron 40 palos al Porto –otra vez-, a pesar de que el lateral brasileño quedaba libre la próxima temporada.

Otra vez fue clave la relación con el máximo mandatario del club, en este caso, el presidente Florentino Pérez. Incluso, Mendes también interviene en cuestiones como los derechos de imagen de los jugadores. Hace meses, le quitó al presidente del Madrid el 40% de los mismos para dárselos a otro millonario amigo, Peter Limdueño singapurés del Valencia, donde dirige Nuno, aquel primer representado-, quien se dedicará a explotarlos en Asia.

Una de las pocas manchas en la relación Mendes-Florentino-Madrid ocurrió hace días, con la frustrada llegada de David De Gea al Real. El arquero le pidió expresamente al portugués que intervenga para ser traspasado, debido a que sería una negocación difícil porque desde el United no lo querían largar, y la liga inglesa no tiene claúsula de rescisión. El superagente intentó convencer a los británicos con la llegada del delantero Anthony Martial, del Mónaco, por 50 millones de euros, más 30 en objetivos. Curiosamente, a principio del período de fichajes, Tottenham preguntó por el jugador francés, los franceses pidieron 20 palos y los Spurs retiraron su interés. Luego, lo tocóGeorge así le gusta que le digan-, y su precio se infló.hablando telefono

Todo marchaba bien, pero las demoras en la entrega de la documentación de los traspasos superaron el tiempo límite de cierre del mercado de pases, y se cayó el acuerdo de 40 millones, que incluía la marcha de Keylor Navas. Según el diario español ABC, desde Manchester tardaron demasiado -intencionalmente o no, aún se desconoce- en girar documentación del uno costarricense. Ahora, el repre le recomendó al madrileño renovar contrato con el United. Y claro, no vaya a ser cosa que quede libre y él se quede sin comisión.

¿Cuánto influye el negocio de los agentes en lo estrictamente deportivo? Basta con mirar lo ocurrido el 25 de agosto, en el Stade Louis II, donde Monaco y Valencia disputaron el encuentro de vuelta por la clasificación a la actual Champions. En total, 16 jugadores de Mendes conformaban esos planteles: Rubén Vezo, André Gomes, Joao Cancelo, Rodrigo, Enzo Pérez, Santi Mina, Danilo Barbosa y Bakkali, por el equipo español; Joao Moutinho, Bernardo Silva, Cavaleiro, Carvalho, Heder Costa, Fabinho, Wallace y Elderson, del cuadro galo. ¿La respuesta? Muchísimo.Monaco's Radamel Falcao (R) and his agent Jorge Mendes watch a soccer match between Monaco and Lille from the tribune at Louis II stadium in Monaco August 30, 2014. REUTERS/Eric Gaillard (MONACO - Tags: SPORT SOCCER)

Incluso, hay decenas de casos de jugadores que solo se traspasan entre “clubes de Mendes”. El colombiano James Rodríguez llegó de Porto al Madrid, con escala previa en Mónaco. Similar ruta tenía planificadaRadamel Falcao, pero una lesión lo desvío el camino, que lo derivó al fútbol inglés. Casualmente en dos equipos de Mendes, el United –ya sin Ferguson– y Chelsea, de nuevo con Mou en el banco. Los ejemplos siguen: el mencionado Carvalho, de 37 años, solo jugó en equipos –Porto, Chelsea, la Casa Blanca y Mónaco– afines al representante; mientras que Coentrao, descartado por el DT español Rafa Benítez del Madrid, se quedaba sin equipo esta temporada… hasta que apareció un préstamo fugaz del Mónaco.

Mendes siempre está al acecho, nunca deja de trabajar. Ni siquiera este último verano europeo, en el cual se celebró su casamiento, a principios de agosto. Destacadas personalidades del fútbol asistieron, desde empresarios del deporte, presidentes amigos como Florentino Pérez y Abramovich, y también gran parte de su clientela de jugadores. Aunque el que se destacó fue Cristiano Ronaldo, porque se dice que le habría regalado a su amigo George una isla privada en Grecia. Un vuelto, con toda la que le hizo ganar su apoderado, y también generó para él. Es que el de Lisboa tiene olfato especial para estos tiempos de hipermercantilismo en el deporte y, por algo, es el superagente.

Por Alejandro Giordano (@AleGiordano11)

Publicada en RNB – http://www.rockandball.com.ar/ultimosmesesroman/

Cuando las puertas azules y amarillas se cerraron, se abrió un portón rojo. Fueron seis meses intensos, con poco descanso: varias veces le tocó jugar dos partidos en una misma semana, y tuvo largos viajes al norte y oeste del país. Para los Xeneizes, fue un mazazo verlo con otros colores, encima rojo y blanco, del eterno rival. Para los del Bicho, fue un enamoramiento instantáneo, saldar una cuenta pendiente que llevaba 18 años. Y para los hinchas del fútbol, fue una novedad imposible de ignorar: Román en otro equipo, y en la B.

Julio de 2014. Daniel Angelici no cedió, y el 10 tampoco. En ese momento, la idea de jugar en otro lado empezó a cobrar mayor volumen. Más allá de los exorbitantes y acaudalados ofrecimientos del exterior, el futbolista y su entorno de confianza -familia, amigos, el mismo de toda su vida- sabían que había dos opciones factibles, o al menos realizables. Por cercanía a su Don Torcuato natal, una de ellas era Tigre, donde siempre recibía guiños para que fuese. La otra era Argentinos, por haber sido el club que le “dio de comer”, que lo llevó a Europa por primera vez, que le dio sus conceptos futbolísticos iniciales. Los cuales potenció, obviamente, con su talento natural y experiencia adquirida tras su llegada a Boca, en 1996.roman presentacionEn enero de 2013, ya había sido tentado por estos mismos cuadros. Finalmente, siguió en el patio de su casa. Pero en julio del año siguiente, la charla de la renovación volvió a darse y esta vez Juan Román Riquelme no llegó a un acuerdo por negligencia y resquemores de una o ambas partes, según quien analice este conflicto. Lo cierto es que estaba en libertad de acción. La mina más linda del boliche estaba soltera, y el que actuó rápida pero acertadamente fue Claudio Borghi. El DT lo había dirigido en Boca en 2010. Compartía códigos, pensamientos y un mismo origen con el 10. Primero fueron llamados, y luego un asado. En esa comida, fueron todos los miembros de un proyecto futbolístico que, por ese entonces, entusiasmaba al hincha de Argentinos, a pesar del reciente descenso. El que también se contagió fue Román.

La posibilidad de volver a jugar con Cristian Ledesma, como lo había hecho en Inferiores; vivir el día a día con viejos conocidos como Diego Placente, Mariano Herrón ex jugadores del club, ayudantes del Bichi– y empleados como el utilero Cristian Pérez, su amigo personal desde inferiores, resultó tentadora, sumado a que no tendría que enfrentarse a Boca. Lo económico se resolvió rápido porque la prioridad no era esa, sino jugar. Y el recibimiento no fue menor: Argentinos colmó su microestadio del Polideportivo Las Malvinas para recibir al 10 y presentarlo en sociedad, junto al Lobo y Matías Caruzzo. En total, se contrataron 14 jugadores –Gabbarini, Zapata, Castillejos, etc.– para aquel campeonato de la segunda división, que duraba solo un semestre y contaba con cinco cupos de ascenso directo por cada zona de 11 equipos.entreno sonrisa

El comienzo, en agosto, fue alentador: triunfo 1-0 ante Boca Unidos de Corrientes, uno de los favoritos para ascender, con gol de Román, mediante un engañoso remate que picó en el césped antes que el arquero la atrapase. Volvió a jugar, tras 18 años, en la misma cancha donde entrenó y jugó partidos en Divisiones Juveniles.

El barrio de La Paternal se revolucionó con el inicio del 10, pero vendría una seguidilla de tres ausencias: vs Instituto, en Córdoba (1-1); Gimnasia de Jujuy, de local (0-2); y Nueva Chicago, en Mataderos (0-1). La puesta a punto en lo físico era necesaria, porque luego no pararía. En 65 días (3/9 al 7/11), disputaría 13 partidos seguidos. Es decir, un juego cada cinco días.

El enganche disfrutaba su estadía. Le habían dado el gusto de contratar a Diego Rivero, otro íntimo suyo, y estaba rodeado de jugadores experimentados, casi de su misma edad como Cristian Álvarez o Ezequiel Garré. Además, tenía una excelente relación con los jóvenes del plantel –Gaspar Iñíguez, Juan Ramírez, Lucas Rodríguez, por ejemplo-. Con todos ellos, constantemente compartía comidas, charlas y mates tras las prácticas. Su predilecto era Luciano Cabral, un enganche mendocino, nacionalizado chileno, categoría ’95, que heredó el dorsal 10 tras su partida. Otro gusto que se dio fue el de entrenar con su hermano, Sebastián, diez de la Reserva.

No abundaban las comodidades de élite que tuvo en Boca, Barcelona o Villarreal, pero se hacía todo lo posible para satisfacerlo. La verdad es que Argentinos no estaba listo para recibir a un jugador de tamaña repercusión. Llenaba estadios, generaba socios nuevos, y hasta platos de comida con su nombre en las cocinas de la zona. No se vivían tiempos tan agitados desde Diego Maradona (1976 a 1981). El fenómeno aumentaba cuando el 10 viajaba a otras provincias. En Misiones, se debió contratar seguridad privada para el traslado al aeropuerto, el hotel o la cancha. También visitó Mar del Plata –viajó, se reprogramó por lluvia y luego no estuvo-, Jujuy, Corrientes y San Juan, en dos oportunidades.

PERGAMINEn septiembre, llegó la debacle. A pesar del buen inicio, venciendo 1-0 (Rivero) a Aldosivi, de local, el equipo de Borghi encadenó una mala racha hasta el 25 de octubre. Solo se sumaron ocho puntos de 27 posibles. Se registró un empate en cero vs Guaraní Antonio Franco, mereciendo más. Luego tres derrotas, luciendo un bajo nivel colectivo, ante Colón (0-2), San Martín (2-0) y Ferro (0-1). Pergamino casi se devora al DT, pero apareció Román y marcó el 1-0 definitivo, tras pase de Ramírez. La hostilidad de las tribunas de Douglas Haig enloqueció al 10, que se llenó la boca de gol y gritó mirando desafiante a la gente. Pero el final pareció ser inevitable, tras un tibio empate 0-0 ante Instituto (perlita, pelea con plateista); la derrota 1-0, en el último minuto, vs el Lobo en Jujuy; y 1-2 con Chicago, de local. Fue el adiós de Borghi, que contaba con apoyo de gran parte de la dirigencia y los hinchas, pero sentía que no podía revertir la situación.

El nivel de juego mermó, la excesiva confianza basada en los apellidos se apoderó de todos. Román no faltó a ninguno de esos partidos, se mostró activo, con su calidad –pases, enganches, lujos– intacta e intentando hacer jugar a un equipo hundido en lo anímico por la falta de victorias. Se sintió tan culpable que, luego de esa derrota, dio una durísima charla a sus compañeros, a puertas cerradas. El plantel escuchó atento a un enfurecido y dolorido Riquelme, quien hizo hincapié en las familias de los miembros del cuerpo técnico, y sintió que estaba en deuda con todos, más que nunca.

Las únicas buenas noticias, durante aquella racha negativa, fueron los triunfos en Copa Argentina. Antes de recibir a los santafesinos y visitar a los sanjuaninos, Román fue clave ante Racing en diciembre, el nuevo campeón de Primera-, marcando un golazo de tiro libre por encima de Sebastián Saja quien nunca vio por donde entró. Por la mínima, el Bicho pasó y en cuartos se cruzó con Estudiantes (BA), de la B Metro. Faltando cinco minutos, el 10 puso el 1-1 final, picándola en un penal, para luego en la tanda desde los doce pasos, clasificarse a las semifinales del certamen. A pesar del lógico decrecimiento de su capacidad física, el enganche potenciaba sus habilidades y marcaba diferencias en las pausas con pelota, los pases, su liderazgo y la comunicación con sus compañeros.manito roman

Argentinos estaba a siete puntos del quinto y último puesto de la zona de ascenso. Néstor Gorosito –con dos ciclos anteriores en el Tifón– fue el elegido para el cargo, aunque hacía semanas se rumoreaba sobre su llegada. Desde el riñón de Borghi, estaban convencidos que los dirigentes habían charlado con Pipo desde antes de dar un paso al costado tras Chicago. Esos tempraneros diálogos con el flamante DT molestaron a Riquelme, y esto pesaría posteriormente en su decisión de irse a fin de año, porque el 10 se consideraba firmemente un soldado del Bichi.

Octubre terminó con un atisbo de esperanza para Argentinos: goleada 4-0 vs Boca Unidos, sólo cinco días después de la salida de Borghi. El segundo fue obra de Román, con un colocado pase a la red, tras asistencia-como ante Douglas– de Ramírez. Ese partido tendría que haberse disputado a principio de mes, pero se reprogramó dos veces: por una gastroenterocolitis que afectó seis jugadores del Bicho, y luego por tormentas que impidieron viajar. El destino finalmente jugó a favor, sobre todo para esa transición de técnicos, que resultó efectiva en los resultados. Desde Corrientes, sumaron 16 de 21 puntos. El siguiente triunfo fue 2-0 ante Guaraní en el Estadio Diego Maradona, y luego Román se ausentó por una contractura en el gemelo derecho, de la victoria 0-2 vs Colón y la derrota 2-0 con Aldosivi. Se guardó para la semi de Copa.

Argentinos no tenía garantizada su plaza de ascenso, por lo que el nuevo cuerpo técnico no priorizó el certamen y optó por un equipo defensivo (5-3-2), con algunos juveniles. Incluso le ofrecieron al de Torcuato que descansara ese partido, pero se negó. Fiel a su estilo, quería todo, vencer a Rosario Central en San Juan y estar a 90 minutos de un título. La suerte no lo acompañó: fue un aplastante 0-5, de lo cual solo se rescató un caño del 10 a Franco Niell y una bronca en la cancha con su ex DT, Miguel Russo. Desencajado por la situación, Riquelme canalizó su bronca con quien había ganado la Libertadores 2007 y le gritó de todo. Ese cortocircuito futbolístico con Gorosito se sumó a la lista de razones por las cuales marcharse en diciembre.

caruzo romaLa caída en Cuyo no detuvo al Bicho de Gorosito, que concluyó el semestre venciendo 1-0 a San Martín, con una notable performance de Román, siendo quizás su mejor partido con la camiseta de Argentinos. Por el mismo resultado, le ganaron a Ferro, y empataron 1-1 con Douglas, en el DAM, en la última fecha. El Bicho volvía a Primera, obteniendo el tercer puesto, con mismos puntos –31 de 60 posibles- que el segundo, San Martín, y el primero, Colón. Aquel 7 de diciembre, en medio de los festejos por el ascenso, Riquelme y sus compañeros se acordaron de Borghi, interna y públicamente. “El Bichi fue el que armó este equipoConseguimos lo que queríamos. Estamos a mano”, remató Román, casi como despidiéndose, y considerando saldada su deuda con el club que lo vio dar sus primeros pasos, pero también los últimos, a los 36 años.

Estadística por @LaureanoBella.
Jugó 18 partidos: 15 jugó por la BN -de 22 fechas-, y tres por Copa Argentina (sólo falto vs Gimnasia por 16avos). Todos de titular, nunca fue suplente y sólo salió reemplazado una vez: ante San Martín de San Juan. 1601 minutos disputó. Marcó cinco goles: tres por BN, a Boca Unidos en su debut, al mismo equipo en Corrientes y a Douglas Haig en Pergamino; y dos por Copa, a Racing y Estudiantes (BA), de penal.

Diciembre de 2014. Tras el retorno a Primera, en La Paternal se palpitaban tiempos de decisiones. La frágil situación económica del club, por la que había una certera necesidad de ajustar gastos, y la falta de una fluida relación con Gorosito hicieron que Román dejase, una vez más, boquiabiertos a todos. Cerca de navidad, anunció su decisión final a través de la televisión. Salvo su círculo íntimo, el resto del mundo se enteró al mismo tiempo que dejaba el fútbol. ¿Y la promesa a su hermano de jugar hasta los 40? En Argentinos, no pudo ser. ¿Y en Boca? Pareciera que tampoco. Aunque siempre se espera un enganche más del 10. Pero al menos hasta hoy, estos fueros los últimos meses de Román como jugador profesional.

COSTACURTA, EL MEJOR JUGADOR DE BIANCHI

Dos Copas Intercontinentales, una para Boca y otra de Vélez, fueron ganadas en gran medida por la intervención del futbolista más efectivo que tuvo Carlos Bianchi: el italiano Alessandro Costacurta. Un defensor que siempre que enfrentó al Virrey le pifió a la pelota y le dio una mano al Virrey.

Bianchi es un entrenador exitoso, de renombre, y que permanecerá para siempre en la historia por sus logros y también por los sólidos equipos que armó. En esos conjuntos se destacaron jugadores de cada una de esas líneas: José Felix Chilavert, Oscar Córdoba (2000 vs. Real Madrid) y Roberto Abbondanzieri en los arcos; José Basualdo, de volante en el Fortín y en aquella final ante el club español; Omar Asad, Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Carlos Tévez, como los principales elementos ofensivos.

Sin embargo, hay uno más efectivo que todos ellos. Que en cada final que se enfrentaron, actuó a favor del Virrey. Se trata del defensor italiano Alessandro Costacurta. La particularidad con este cinco veces campeón de la Champions League es que su accionar fue clave para que los equipos de Bianchi ganen, en la primera y en la última final para el histórico DT. 24 campeonatos acumula el tano en su carrera, que incluso supo ser discípulo de un maestro táctico como Arrigo Sacchi, quien lo hizo debutar en 1987. Pero hay algunas manchas que son difíciles de borrar…

Vélez vs AC Milan. Tokio, Japón (1994)

El Fortín llegaba tras vencer en una dura final a Sao Paulo de Brasil. Y ahora, se le cruzaba uno de los mejores equipos del mundo: el Rossonero, dirigido por Fabio Capello, que había goleado 4-0 al Barcelona de Johan Cruyff, con Pep Guardiola en cancha, en la final de la Champions League 93/94.

Era un encuentro seriamente complicado, pero que el coraje y el fútbol de los de Liniers pudo afrontar. Sumando a Costacurta como punto a favor, ya que el central se mandó una de las suyas: en la salida de su equipo, la pasó suavemente hacia atrás, y la dejó servida para Omar Asad. El Turco dribló al arquero Sebastiano Rossi, liquidando la serie 2-0, para el festejo de los hinchas de Vélez en Argentina, y también para el relator Juan Manuel Pons, y el comentarista Fernando Niembro, con veinte años menos cada uno. Previamente, Franco Baresi había cometido una falta en el área, que Roberto Trotta canjeó por gol.

https://www.youtube.com/watch?v=67DyOM3OKmM

Boca vs AC Milan. Yokohama, Japón (2003)

Pasaron nueve años de una final a otra, y Costacurta seguía en el conjunto rossonero. Es que Billy fue uno de esos defensores italianos chapados a la antigua, mejor dicho a la clásica escuela italiana de defensas que permanecen en actividad hasta los 40, y generalmente en el mismo club e inclusive participando activamente de los torneos más importantes. Como le pasó a Alessandro, que jugó hasta los 41. Esta final seguramente sea más recordada por aquella vibrante definición por penales, en la que Boca hizo todo bien, y el Milán no pegó una. En los 90 minutos reglamentarios, más 30 adicionales, no lograron disolver la igualdad que establecieron los goles del danés Jon Dahl Tomasson y el santafesino Matías Donnet.

Carlo Ancelotti, DT milanés, había utilizado los tres cambios, y no le encontraba la vuelta al Xeneize, que había llegado a esa instancia tras ganarle la Libertadores alSantos en la final. En cambio, el Virrey solo había puesto a Carlos Tévez, porGuillermo Barros Schelotto. ¿El DT confiaba demasiado en el ‘factor Costacurta‘? En realidad, los penales siempre fueron un camino a la victoria más que certero para los equipos de Bianchi. Y como Boca llevaba bien el partido, no había motivo por el cual tocar mucho la alineación.

Los 12 pasos fatídicos definían el título de campeón del mundo. Y la resolución fue tanta hilarante que, horas después, hasta Marcelo Tinelli puso a uno de sus humoristas a imitar el mal remate de Costacurta en el cuarto y último penal del Milan. Aunque también fallaron los fenomenales Andrea Pirlo y Clarence Seedorf. Sin embargo, el recuerdo quedará firmemente clavado en la pésima ejecución (minuto 5.05 del video, con relato italiano) del veterano defensor, en aquel entonces de 37 años. Con el tiempo, se blanquearía en Italia que Cafú se desligó de la responsabilidad del penal, y que por eso terminó pateando el pobre de Alessandro. El resultado de la serie, lo conocemos todos.

https://www.youtube.com/watch?v=oZzdpZKsMxg

Por Alejandro Giordano [@alegiordano11]

POR ALEJANDRO GIORDANO / 24 de febrero de 2015

LA DELANTERA DEL FUTURO

Hay diez delanteros que Gerardo Martino ya fichó para Rusia 2018. Algunos son más que obvios, pero otros sorprenden. Además, los que corren detrás que deberán esforzarse para conquistar al Tata y hacerse de un lugar en el camino al Mundial.    Publicada en RNB http://www.rockandball.com.ar/la-delantera-del-futuro/

Lionel Messi (30-31): Número puesto. El mejor exponente argentino llegará con 30 a Rusia, y cumplirá 31 en medio de la competición. Con la espina clavada por la final perdida en Brasil, sin dudas que la mira de la Pulga estará clavada en jugar su cuarta y quizás última Copa del Mundo. Siendo jugador del Barcelona, o tal vez de algún otro equipo europeo, Messi también ambicionará con ganar, a mitad de este año, uno de los títulos que le falta en su carrera: la Copa América. Por su doble relación con el Tata (ambos rosarinos y de Newell’s, y además ya fue su DT en Cataluña), Lionel será el eje principal del equipo, hoy en construcción, de Gerardo Martino.

2. Sergio Agüero (30): el segundo delantero más talentoso, detrás de su amigo Messi. Tendrá casi 12 temporadas en Europa cuando se presente la cita mundialista, por lo que el Kun llegará con un punto de maduración más que interesante. Si conserva su estado físico durante la competencia, como se lo ve habitualmente durante las largas temporadas con el Manchester City inglés, será un elemento ofensivo de calidad. Es uno de los “Cuatro Fantásticos”, y también es otro de los que tiene la espina clavada por la derrota 1-0 ante Alemania.

3. Gonzalo Higuain (31): Real Madrid y Nápoli lo vieron terminar de formarse como jugador, tras haber salido de River. Es un goleador de raza, pero en su mente quedará aquel mano a mano desperdicio y el gol anulado en el Maracaná ante los teutones. Sin embargo, si algo tiene el fútbol, es la posibilidad de la revancha. Y para el Pipita, Rusia 2018 será una nueva chance de demostrar porque lleva la 9 de la Selección hace largo tiempo.

Quizá sea el último Mundial de los tres juntos.

4. Mauro Icardi (25): Una de las proyecciones argentinas más interesantes. Desde adolescente que está en Europa, pasó por La Masía del Barcelona y Sampdoria. Hoy, es la principal apuesta de un Inter diezmado que intenta renacer. Dejando los conventillos personales de lado, el rosarino es una apuesta interesante: posee técnica y roce en la alta competencia. Sólo le falta centrarse en lo futbolístico para empezar a lucirse en grande, y no por los detalles de su vida privada.

5. Juan Manuel Iturbe (25): de River y Cerro Porteño, a Porto y Roma. Aquel chico que Paraguay quería atrapar cuanto antes, decidió representar a Argentina en los Sub 20, y hoy está en Italia a la par de Francesco Totti. El techo de Iturbe todavía no se conoce. Es rápido, encarador, pero todavía no alcanzó un nivel realmente superlativo. Hay tiempo hasta 2018.

6. Paulo Dybala (24): La rompió tanto en la B Nacional, jugando para Instituto, que saltó sin escalas al fútbol europeo. El Palermo de Italia es su casa desde 2012, y allí vivió de todo: descenso, ascenso y ahora se destaca como uno de los máximos goleadores de la Serie A. El cordobés la rompe tanto, que los grandes clubes del mundo se lo disputan para ficharlo en junio. También lo busca la Selección de Italia pero, a diferencia de su compañero Franco Vázquez, la Joya ya dejó en claro que quiere vestir la celeste y blanca.

7. Luciano Vietto (24): Dejado de lado por Estudiantes en inferiores, este joven delantero se ganó con esfuerzo un lugar en Racing, para luego ser vendido alVillarreal de España. Allí, el cordobés se destaca y marca goles de todos los colores. Es la revelación de la Liga BBVA en esta temporada, y se esperan grandes cosas de él. Incluso, ya pegó buena onda con Messi: cambian camisetas cada vez que se enfrentan, y Leo lo elogia antes y después de esos enfrentamientos.

8. Ángel Correa (23): Con 19 años, ya está en un grande de Europa como el Atlético Madrid de Diego Simeone, y se espera que en los próximos meses le llegue el debut oficial. En San Lorenzo, demostró todo, ganó títulos y por eso lo vendieron en poco más de ocho millones de euros. Superó una afección cardíaca, de la cual fue operado con éxito, y volvió a demostrar todo su potencial en el Sudamericano Sub 20. El rosarino

9 y 10. Carlos Tevez (34) y Ezequiel Lavezzi (33): ¿Por qué al final? Sus apellidos son pesos pesados, no sólo por la relación que tienen con las principales figuras del plantel, sino porque compiten en el más alto nivel del fútbol mundial, y lo hacen bien. De hecho,Carlitos es actualmente el goleador del Calcio. Sin embargo, la edad es un factor que les jugará en contra en la carrera al 2018. En el Mundial de Brasil, el delantero con más años fue Rodrigo Palacio (con 32 durante la última Copa), por lo que si tomamos esa edad como límite, ambos estarían por fuera de la lista, o entrarían al menos en un segundo plano. Sin embargo, Martino no es Alejandro Sabella, y las evaluaciones con respecto a la edad pueden ser otras. La otra cuestión a saber es si ambos regresarán finalmente al fútbol argentino: el Apache sueña con volver a vestir la casaca de Boca, mientras que el Pocho ambiciona con regresar a Rosario y ser jugador de su equipo,Central.

Por detrás, corren otros nombres como Franco Di Santo (llegará a Rusia con 29 años), quien actualmente se desempeña en el Werder Bremen alemán, y jugó varios equipos de la Premier League, entre ellos el Chelsea. Es quizás el único centrodelantero de altura (1,93 metros), y con el particular oficio que requiere esa posición, con nivel de Selección. Además, en este ranking no ingresaron mediapuntas o volantes que bien pueden oficiar como extremos. Son los casos de Ángel Di María (30), Erik Lamela (26), Nicolás Gaitán (30), Eduardo Salvio (27-28) o Javier Pastore (28-29).

A su vez, habría que dejar una pequeña ventana abierta al talento local. El Tata y sus colaboradores, más que nada ellos, visitan con frecuencia las canchas de la liga local. Y si bien es difícil predecir quienes proyectarán de acá a tres años, arrimamos algunos futbolistas que están siendo seguidos: Ezequiel Ponce (llegaría con 21) y MauricioTevez (21), de Newell’s; Gonzalo Pity Martínez (25) y Giovanni Simeone (22-23), de River; y Guido Carrillo (27), de Estudiantes.

El camino a Rusia es largo. Más de mil días restan para la próxima emocionante cita mundialista. Por lo pronto, en marzo volverá a tener actividad la Selección de Martino. El 26/03 enfrenta a El Salvador, el 27 a Sudáfrica, y el 30 a Ecuador. Todos estos compromisos amistosos tendrán como objetivo las primeras observaciones a estos futbolistas, entre otros, focalizándose primero en la Copa América: arranca el 13 vsParaguay, luego tocará Uruguay y Jamaica. ¿Las Eliminatorias? Recién en octubre. Hay tiempo, pero Tata ya anotó varios nombres para el frío de las ex tierras soviéticas.

LUIS ENRIQUE, EL ÍDOLO IMPORTADO

2 de junio de 2014 – RNB http://www.rockandball.com.ar/el-idolo-importado/

Ser ídolo en Barcelona no es nada fácil, sobre todo si no sos catalán y encima venis del Real Madrid. El asturiano Luis Enrique lo logró, y hoy es el líder de lo que promete ser el renacimiento futbolístico-espiritual de Messi y compañía.

De la clásica dicotomía “se nace o se hace”, la segunda opción pinta de cuerpo entero lo que fue, es y será la relación de Luis Enrique Martínez García con el Fútbol Club Barcelona. Es que una comunidad tan cerrada como la catalana no es tan flexible en sus idolatrías, pero el asturiano dio la cara en las peoras horas blaugranas, tras una tremenda racha de éxitos a nivel local y Europa. De ser un ex futbolista merengue que fichó gratis, a referente y practicante del estilo posesivo-ofensivo ya clásico del Barca. ¿Qué pasó en el medio?

El actual DT de Lionel Messi tuvo un comienzo futbolístico completamente alejado de los grandes reflectores del Camp Nou. Con gran habilidad, el joven chaval (como se diría en España) se destacó en el club más importante de su región: el Real Sporting de Gijón. Tras algunos idas y vueltas, terminó jugando en la cantera del equipo, que se hallaba en la tercera división en aquellos tiempos, pero que pronto escalaría a la máxima categoría. Con 19 años, Luis Enrique debutó y comenzó a desandar su camino, para nada silencioso, por la élite del fútbol.

Actuaciones brillantes de Lucho hacen que el Gijón aumente sus expectativas deportivas. A tal punto que, en la segunda temporada (1990/91) del mediapunta, es él quien convierte el gol de la clasificación (1-0 al Valencia en Mestalla) a la vieja copa UEFA, hoy llamada Europa League. Su velocidad, habilidad regateadora y particularmente ese tanto lo catapultaron a que los conjuntos grandes comenzaran a pelearse por él. Rápidamente, Real Madrid le ganó la pulseada a los culés, y lo ficharon por 250 millones de pesetas. Un significativo fichaje en aquel entonces, que hoy equivale a 2,5 millones de euros, quizá una cifra no tan alta para los astronómicos números que actualmente se manejan en el célebre mercado de traspasos del fútbol.

Lo que nadie se pregunta: ¿cómo le fue al Gijón en ese certamen UEFA 91/92, sin su estrella Luis Enrique? Pasó la primera ronda clasificatoria, venciendo por penales alPartizán Belgrado de Serbia, tras igualar 2-2 la serie. Luego, en 16avos, cayó ante elSteaua Bucarest de Rumania, y ese fue el fin del sueño asturiano de copa. Mientras tanto, Luis Enrique se adaptaba a Madrid, que curiosamente también jugó esa copa, pero cayó en semis ante el subcampeón Torino. Claramente, eran otros tiempos para laCasa Blanca.

El inicio no fue para alentador: pocos partidos, y cuando le tocaba hacerlo, lo ubicaban de volante central, o incluso de defensor lateral. Puestos defensivos para un jugador creativo. Hizo falta que llegue un lírico como Jorge Valdano para que se produzca su verdadera explosión futbolística. Con una buena experiencia recolectada en Tenerife(1992-94), con Ángel Cappa como mano derecha, el DT argentino ubicó a Luis Enrique algunos metros más adelante, a veces directamente como delantero, para que se asocie con los atacantes. El español Fernando Hierro en defensa, el chileno IvánZamorano como goleador, y Raúl González la joven promesa, eran algunos de los compañeros de Martínez García, quien ganó su primera y única liga madridista en aquel 1995, tras haber cosechado dos años antes una Copa del Rey y una Supercopa de España. Incluso, por esas cosas de la vida, el Real goleó 5-0 al Barca en uno de los clásicos de aquella liga, y Luisito fue autor de uno de los tantos. Casualidades del destino.

Arriba, Lucho es el quinto, de izquierda a derecha. Equipazo blanco.

Sus buenos tiempos en Madrid coinciden con el oro olímpico que obtiene con laSelección de España. En los juegos de Barcelona 1992, se produce un encuentro clave: conoce a Josep Guardiola, el centrocampista que más entendía el juego en el multicampeón Barcelona del holandés Johan Cruyff. La convivencia no fue de la más extraordinaria, porque Pep estaba muy guardado en sí mismo, como describe el periodista Guillem Balagué en “Otra manera de ganar“, la biografía del DT de Santpedor, Cataluña. Los regionalismos invadieron la cabeza del 4 blaugrana que se aisla del grupo, y solo toma contacto con los catalanes del equipo. Sin embargo, tiempo más tarde reconectaría con ellos, especialmente con Luis Enrique (un año mayor que él), al que vería más seguido por los hechos que acontecerían.

La experiencia Valdano culmina en el Santiago Bernabéu, y el cuadro merengue se desmorona deportivamente. La directiva culpa a varios jugadores de la debacle en la liga (6° posición en la 95/96), entre ellos el de Gijón, quien a su vez decide no renovar su contrato que finalizaba a fin de semestre. No lo querían más en la capital española. Entonces, optó por un nuevo horizonte diametralmente opuesto: Barcelona. Aunque en el suelo catalán, las cosas tampoco marchaban demasiado bien.

La tapa del diario Mundo Deportivo tras el fichaje. Perlita: debajo, se anuncia que el Barca seguía de cerca a Matías Almeyda.

Tras ocho temporadas consecutivas, Cruyff se va de la dirección técnica. El golpe fue durísimo para los hinchas, ni hablar para los jugadores que perdieron a su líder, o para la dirigencia que debió cargar con el costo político de ser los responsables de la ida del, hasta ese entonces, entrenador más ganador. En ese contexto de furia, Luis Enrique cruzó de vereda, y vivió de lleno la era post Johan, en la que se ganó todo en Can Barca: 11 títulos, incluido la primera Champions de la historia blaugrana. Una época realmente dorada y beneficiosa para los culés, hasta el retorno de Guardiola a su casa futbolística, quien cosechó un abultado total de 14 títulos en sólo tres años (244 partidos jugados).

Respeto el primer ciclo que viví en Real Madrid, pero estoy ilusionado de cara a este segundo ciclo de mi carrera. Ficho aquí por la institución que es“, afirmaba el futbolista, tras la reunión que había sellado su fichaje al cuadro catalán como jugador libre, aunque todavía le restaba un mes de contrato y un puñado de partidos por disputar con la entidad merengue. En sus principios, el volante de Gijón era mirado de reojo, lógicamente por su pasado madridista. Prontamente, esa desconfianza se revertería a su favor.

Luis Enrique arribó junto a Juan Antonio Pizzi (pichichi de la liga pasada en Tenerife) y el volante francés Laurent Blanc. Todos ellos, en libertad de acción. Un excelente mercado de pases, que no se vería reflejado en el banco, ya que el DT británico Bobby Robson sería una voz poco escuchada, principalmente porque nunca aprendió a hablar en español. Sobre todo en comparación con su traductor, un precoz e inquieto ayudante portugués: un tal José Mourinho.

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Más allá del hecho de juntar a tres poderosas mentes del fútbol actual en un mismo conjunto de trabajo, no hubo más que una Copa del Rey y dos títulos europeos menores como premio, incluso cuando había cracks de la talla de Luis Figo y Ronaldo. La bronca aumentaba en Barcelona, porque el fantasma de Cruyff seguía rondando. El inglés fue devorado, y en esta oportunidad, la receta para el olvido fue algo similar: otro holandés, Louis Van Gaal. Con este último, Lucho cosechó sus dos ligas culés, otra competición doméstica del Rey y una Supercopa de Europa. Eran buenos tiempos, en los que Luis Enrique ya era un blaugrana más. Era ídolo, porque entendía cómo debía jugar en Barcelona, y siempre se destacaba a pesar de tener a figuras mundiales de distintas nacionalidades a su lado. También ayudó mucho la figura del DT, quien lo colocaba en posiciones ofensivas, donde sabía que Martínez García podía rendir mucho más.

Luego, llegó el desarme: se perdió la fe en Van Gaal, Figo se marchó al Real y los blaugranas empezaron a bajar lentamente en las posiciones de la tabla. En medio de esas crisis de deportivas de club grande (donde no ganar un título, parece ser el fin del mundo), el asturiano se transformó en el capitán del primer equipo. Fue una de las caras visibles, y puso el pecho a las balas. Ya no importó de dónde venía o su pasado, porque Luis Enrique hablaba, sentía, entendía el juego y lucía como un culé más. Jugó hasta donde el físico le dio, retirándose en 2004 bajo el mando de otro holandés, Frank Rijkaard, quien hizo debutar a Messi, en octubre de ese mismo año.

Compañeros de trabajo por partida doble.

Todo lo que vivió de primera mano como futbolista, Luis Enrique intentó plasmarlo como entrenador. Al igual que Guardiola, le desbordada la pasión por enseñar la doctrina catalana de juego (originada por Laureano Ruiz, seguida por Cruyff, Van Gaal y el propio Pep), que todavía no era un modelo automatizada en el viejo edificio de La Masía. Aprendiz de las ideas de extrema posesión y ofensividad con la pelota en dominio, Lucho empezó desde abajo en un momento muy particular del renacimiento futbolístico culé de los últimos años: Guardiola asume en el primer equipo, y el asturiano es designado en el equipo B. Allí se lució durante tres años, logrando el ascenso a la segunda categoría española. Ya en ese momento, el sueño de dirigir la Primera lo desvelaba, aunque públicamente el DT lo negará y lo ocultase. Ante la imposibilidad momentánea de dar el salto, partió hacia Roma, donde sus ideas no se aplicaron principalmente por la resistencia de referentes de aquel equipo italiano, como por ejemplo Francesco Totti. Sin embargo, el técnico no bajó los brazos, no renunció a sus ideales, y siguió adelante. El que abandona, no tiene premio. Y llegaría la recompensa.

Tres años después, el destino golpearía su puerta. Y tan solo cuatro días después de la renuncia de Gerardo Martino, era presentado como nuevo entrenador. Es que no era la primera vez que el nombre de Luis Enrique estaba en la mira de los dirigentes. De hecho, cuando se eligió a Tata como reemplazante del fallecido Francesc TitoVilanova, el DT estaba en la mira, aunque terminó cerrando su fichaje por el Celta. Allí, obtuvo una respetable 9° posición, teniendo en cuenta el bajo presupuesto de la institución de Vigo y el modesto plantel, que incluía dos argentinos (Gustavo Cabral yAugusto Fernández) y varios ex Barca (Andreu Fontas, Rafinha, Nolito, que el asturiano había tenido en su paso por el filial B).

Ahora, con mucho camino recorrido desde aquel mayo del ’96 cuando llegó libre al Barca, el ídolo importado deberá demostrar de qué está hecho. Nuevamente, deberá dar la cara en lo que se especula será el cierre de la etapa post-Guardiola, para dar lugar a algo nuevo. Contará con “el mejor jugador del mundo“, según el propio DT lo ha calificado al 10 argentino, pero también deberá resolver a quiénes agradecer por los servicios prestados, e invitarles a seguir su carrera en otra parte. Así como tendrá la potestad de subir distintos talentos del fútbol juvenil, el cual conoce de primerísima mano. Será también el encargado de encender la chispa, esa misma que los jugadores culés habían perdido con el Tata a final de temporada, y que le costó una liga que en la última fecha no supo cómo ganar.

BORGHI: “OJALÁ LAS URGENCIAS NO ALTEREN MIS PRINCIPIOS”

Hecha en marzo de 2014. Publicada en RNB. http://www.rockandball.com.ar/borghiconrnb/ http://www.rockandball.com.ar/borghi-de-futbol-y-sexo-hablamos-todos-y-todos-pensamos-que-tenemos-la-razon/

A pesar de no haber tenido el comienzo deseado, Claudio Borghi dialogó con Rock ‘N Ball y ratificó sus ganas de estar en el club que lo vio nacer, y rescatar a Argentinos Juniors del descenso. Esta es la primera parte de una rica charla con el ex DT de Chile, Boca e Independiente.

RNB: Sabías que la situación con los promedios era complicada, ¿por qué decidiste volver?
CB
: Fue simple. La gente de Argentinos quiere que esté acá, y yo quiero estar acá. El presidente Luis Segura me insistió, al igual que los jugadores como Leonardo Pisculichi, que a través de mensajes y llamados me fueron conquistando. Tuve la necesidad de pertenencia, de volver a un lugar donde me sentí cómodo.

RNB: En lo futbolístico, todavía no hallaste el equipo.
CB:
Tenía un equipo en la cabeza, pero los resultados y momentos de cada jugador lo fueron modificando. El esquema podía ser 3-4-2-1, o el 3-4-1-2 con el que salimos campeones en 2010.

RNB: Tenés un interesante doble 10, que ensayaste en la pretemporada. ¿Por qué no lo pudiste utilizar en lo que va del Torneo Final?
CB
: Es muy interesante tener a Leo Pisculichi y a Facu Coria. No son enganches clásicos, tienen condiciones diferentes, pero no los pude juntar porque el Mago todavía no está al 100%. Los voy a respetar siempre, porque a mí me encantan los 10, al igual que hay otros entrenadores que no le gustan. Es como con las mujeres, puede ser rubia, morocha, bajita o alta, cada uno tiene sus gustos.

RNB: En Argentinos y en Chile te funcionó, pero en Boca e Independiente no.
CB: Es un esquema que me queda cómodo, y cuando tengo los jugadores para hacerlo, me animo. Pero también se tienen que animar los jugadores. Se deben convencer de que pueden, y requieren tiempo para adaptarse completamente.

RNB: ¿No cambiarías tu estilo ni aunque los resultados lo demanden?
CB: No, porque me gusta mantener mis principios futbolísticos con el estilo que me gusta a mí, y no el que la gente cree que tengo que jugar o lo que me conviene más. Ojalá que las urgencias no alteren mis principios. Si ocurre, soy capaz de decirte no es para mí esto y dejo mi lugar, como me ha pasado en otros lados, como Boca.

RNB: En su salida, Ricardo Caruso Lombardi había dicho que “te había dejado un equipazo”. ¿Fue así?
CB: No sé si un equipazo, pero me encontré muchos chicos del club con buenas condiciones y ganas de jugar al fútbol. Optamos por otro estilo diferente al que practicaron en el pasado torneo.

RNB: ¿Cuáles fueron tus primeras decisiones apenas asumiste en el cargo?
CB: Primero, evalué a todos. Decidimos promover a varios juveniles, y se fueron otros jugadores que no estaban en nuestra consideración, porque no encajaban con nuestro esquema. Luego, comenzamos el trabajo más puro en la cancha, pero también mostramos videos para explicar los movimientos tácticos que deben hacer. Pero sobre todo, nos encargamos de darle confianza a todos, y a cada uno, para que se vaya acostumbrando a nuestra idea de juego.

RNB: ¿Todos se adaptan a la forma qué pretendes instalar?
CB: Justamente eso lo estamos evaluando día a día. No todos los jugadores están diseñados para eso, y ahí está mi trabajo de decirle que no lo haga más así. Por ejemplo, que todos salgan jugando por abajo, y no la revienten más para arriba.

RNB: Hasta los arqueros juegan por abajo…
CB: Sí, primero fue el Loco (Pablo Migliore) y ahora le toca a Nereo (Fernández). Hacen un entrenamiento específico para mejorar su capacidad con los pies.

RNB: Sumaste a Leonardo Pisculichi, al peruano Gianmarco Gambetta y a José Sand. ¿Te conformas las incorporaciones que realizaron?
CB: Creo que nos reforzamos bien: un histórico del club, una buena promesa en defensa y un goleador. Trajimos jugadores en la medida de lo que necesitábamos y lo que podíamos desde lo económico.

RNB: Mientras, seguirás dándole lugar a los chicos del club…
CB: Sí, porque tenemos talentos: Rodrigo Gómez, Lucas Rodríguez, Gaspar Iñíguez, Santiago Nagüel, Juan Ramírez, Lucas Cano, entre otros. No me fijo tanto en la edad, sino en las condiciones. Desde el más joven al más grande, tienen las mismas oportunidades y responsabilidades.

RNB: ¿Tenés temor de quizá quemar a esos pibes por apurarlos?
CB: Hay que llevarlos despacio, y que no sufran drásticos cambios. Lucas Rodríguez lo subí a Primera en 2010, y cuatro años después volví y me encontré que era titular y segundo capitán del equipo. Los jugadores necesitan crecer, desarrollarse. Lo mismo quiero hacer con Lucas Cano, que debutó con Pipo Gorosito en 2012.

RNB: ¿Cano es la gran apuesta de este semestre?
CB:
Es un jugador que me gusta mucho. Está bien formado físicamente, le gusta el gol y es rápido con la pelota. Quiero darle partidos en la Primera, y lógicamente necesita confianza pare rendir en un momento de tanta presión.

RNB: De la mano de todos estos juveniles, ¿crees que el Bicho se va a poder salvar del descenso?
CB: Apenas llegué, mi intención fue instalar la idea de pelear arriba, porque sin ir más lejos el torneo pasado Argentinos estuvo cerca. Le faltó ambición en el final, pero si sacas cerca de 30 puntos te podes ilusionar, porque está todo muy parejo. Pero también te puede pasar al revés, que perdés tres partidos y chau. Es cuestión de cambiar la mentalidad, y si bien somos un equipo en formación, podemos salir adelante.

RNB: ¿Y cómo se produce ese cambio?
CB: Si uno viene con la mentalidad de pelear el descenso, lo va a hacer. Si uno viene con ideas diferentes, por ahí los resultados son otros. No quiere decir que vamos a ser campeones ahora, pero uno se ilusiona de acuerdo al rendimiento que tiene, y hoy no sé nos da un gran funcionamiento. Mi trabajo es, lo que te decía antes, corregir, estimular y vender ilusiones todos los días, con los tipos que juegan y los que no.

RNB: A través de los chistes, ¿encontras una buena forma de llegarle al jugador?
CB: Yo no soy chistoso. Yo digo verdades a través de ironías, a veces muy hirientes. La gente no sabe si hablo en serio o en joda, pero soy así. Los técnicos no corrigen, critican. En vez de insultar y quejarse, debemos modificar y educar para no repetir errores. En vez de insultar a un jugador por tirarla afuera, le digo “está bien, había que hacer tiempo”, ironizando sobre su falla a la hora de armar juego por abajo.

RNB: ¿Te ha pasado de tener que explicarle quién sos a los jóvenes que hoy dirigís?
CB: Hay muchos que no me conocen, porque yo soy historia. Obviamente, historia mala más que buena, ja. No tienen porque saber quién soy, dónde jugué o qué gane, pero algo saben. Incluso se da una cosa increíble: una vez que te retiras, resulta que sos mejor jugador de lo que eras.


RNB: ¿Por qué pasa eso?
CB: Porque la gente sólo se acuerda de las cosas buenas de tu carrera. Hay personas que me cuentan historias de goles que nunca hice. El otro día, un señor me contó: “vos entraste en cancha de Ferro contra Independiente y la rompiste”. Y no fue así, me estaba inventando la historia de algo que no había sucedido.

RNB: ¿Se originó un mito alrededor tuyo?
CB: Sí, y el mito es más grande que la realidad. Mucho se dicen, y yo me río, que si era mejor o similar a Maradona. Si vemos la historia del fútbol argentino, yo no figuro ni en el puesto 115. Pero para algunos, después de Diego, vengo yo. La gente tiene ideas raras en la cabeza.

RNB: Ideas raras como hacerte un mural o ponerle tu nombre a tribuna?
CB: Sí, ja já. Yo con el mural estaba contento, más que nada con el respeto y el cuidado que le dieron. Rayan la Casa Rosada o un monumento histórico, como no van a escribir un dibujo mío. El dibujo es un honor tremendo, pero la tribuna no sé si la merezco. Incluso, me pone un poco mal porque hay jugadores y técnicos que han hecho cosas muy importante, como Sergio Batista, quien mas veces vistió la camiseta en la era profesional. No tengo porqué estar ahí, cuando fue el club quien me dio todo y yo le di algunas cosas.

2da parte

RNB: ¿Qué balance haces de tu etapa en Boca?
CB: Se armó un proyecto futbolístico que no se pudo plasmar en cancha al nivel que pretendíamos, y la paciencia se agotó. Siempre elijo donde quiero estar, y cuando no me quieren, me voy. Nunca me postulé para ir a Boca, pero me quisieron y yo quise ir. Pero cuando uno ve que molesta, se va.

RNB: ¿En qué cosas notaste que no tenías más crédito para seguir adelante?
CB: Una vez dije que era un técnico joven, que tenía que seguir aprendiendo. Y un periodista me respondió que Boca no era un lugar para aprender. El día que yo crea que sé todo, es que terminó mi carrera. Yo aprendo todos los días, de pequeñas cosas, de los jugadores, de mi equipo de trabajo, hasta de los hinchas. Uno nunca deja de aprender.

RNB: Tu relación con la prensa no fue la mejor en ese paso…
CB: Es que los periodistas preguntan muy mal, pero la gente se queja que los jugadores y los técnicos no saben hablar. Nos preguntan “¿para qué están hoy?” o ¿cómo se sienten?, y es obvio que estamos para ganar, y que nos sentimos bien. Las preguntas son siempre así, entonces nos ponemos el cassette.

Borghi dirigió su último partido en Boca en un 0-1 ante River. Esa tarde debutaba en el Millonario Juan José López, quién luego se iría a la B con el “Millo”.

RNB: ¿Cuesta dirigir al Xeneize?
CB: Imaginate que a Bianchi le cuesta, y es de de los técnicos más exitosos de la historia del fútbol argentino, una de las ligas más importantes del mundo. Él sabe perfectamente lo que es Boca, tiene una espalda muy ancha para aguantar resultados, y realmente quiere estar ahí como DT, aunque no sea sencillo. Debe tener un sentimiento muy grande por el club.

RNB: ¿Veías que era posible el descenso de Independiente, cuando te tocó dirigir allí?
CB: A pesar de que mi porcentaje no me involucra en el descenso, me siento responsable también. Un club con esa historia y esos pergaminos no debería estar pasando por el momento en el que está. Hay gente que dice que irse al descenso es bueno, te ordena, pero no es así. Es duro estar en la B. Y le pasó a casi todos los grandes, esto quiere decir que estamos en una locura deportiva que tiene que cambiar, porque nivela para bajo y no para arriba.

RNB: Entonces, ¿sacarías los promedios?
CB: Tienen que cambiarlo, porque los resultados están a la vista: no hay un lindo campeonato, no hay hinchada visitante, los técnicos no se pueden y los jugadores están tensionados todos el tiempo. Hay que parar los promedios, porque el espectáculo se está afeando, debido a que todos quieren ganar de cualquier forma.

“Los periodistas preguntan muy mal, pero la gente se queja que los jugadores y los técnicos no saben hablar. Nos preguntan “¿para qué están hoy?” o ¿cómo se sienten?, y es obvio que estamos para ganar, y que nos sentimos bien. Las preguntas son siempre así, entonces nos ponemos el cassette”

RNB: ¿Qué ligas te gustan o miras de afuera?
CB: La inglesa, claro, por el juego. Si le pones cinta al marcador de la pantalla, nunca vas a saber quién gana o pierde, porque ambos equipos atacan todo el tiempo. La mejor liga es la española, pero sólo dos o tres pelean el campeonato. Y un fútbol que me gusta mucho y no se ve tanto acá, es la liga portuguesa. Es muy lindo fútbol y atractivo, aunque tenga poca prensa.

“Son frases sueltas sin pensar”

– “No me considero una persona distinta, o rebelde del mundo del fútbol”.

– “Soy un apasionado, pero trato de no leer nada para no enfermarme la cabeza”.

– “Mi mujer dice que soy un pelotudo, porque en vez de ver los partidos en el televisor grande del – living, me voy a la cocina, a una tele muy chiquita, donde si me dejan fumar. Entonces, le bajó el volumen, me pongo cerca, fumo, hablo sólo y anoto cosas. No me contamino con el comentario del partido”.

“Es duro estar en la B. Y le pasó a casi todos los grandes, esto quiere decir que estamos en una locura deportiva que tiene que cambiar, porque nivela para bajo y no para arriba”

– “De fútbol y sexo, hablamos todos, y todos pensamos que tenemos la razón”.

– “Al técnico le pagan para mirar, y por eso debo observar todo lo que pasa en un plantel. Para mí, es muy importante con quiénes cuento, los objetivos que tenemos, su vida personal. Yo trabajo con personas, no con máquinas”.

Selecciones: Argentina, Chile y España

RNB: Siempre se habló de vos, y de la posibilidad de ser el sucesor de Maradona. ¿Algún vez te consideraste tal?
CB: Las comparaciones son odiosas, incluso estúpidas. A mí me comparaban con Diego, que era el número uno, y yo no figuró ni en el puesto 115 del ranking de mejores jugadores.

RNB: Y entre Messi y Maradona, ¿con quién te quedas?
CB: Es difícil, perol mejor jugador con el que compartí cancha, fue Diego. En la actualidad, Messi es el mejor de todos.

RNB: ¿Qué selección de la actualidad ves como candidata para el Mundial?
CB: España me llena los ojos. Es muy completo en todas las líneas, y tienen un excelente trato del balón.

RNB: ¿Y Argentina no lo es?

“Mi paso por Chile fue muy bueno, pero hoy no volvería a dirigir una Selección”.

CB: No digo que no, hizo una muy buena clasificación, sin correr ningún tipo de problema, y lega bien al Mundial. Tiene gran poder ofensivo, aunque le falta un 9 clásico, que bien podría ser Higuaín.

RNB: ¿Qué recuerdos te evoca la palabra Mundial, más allá del título que obtuviste en México 1986?
CB: El primer Mundial que vi, desde que empecé a jugar al fútbol, fue el ’78. No me enamoraron ni Argentina, ni Holanda, sino Perú. Comencé a pegarle con tres dedos, cuando vi que Cubillas lo hacía. Los mundiales siempre me marcaron.

RNB: Cuándo te tocó ser DT de Chile, ¿soñaste con llegar a estar ahí? ¿Te gustaría volver a dirigir una Selección?
CB: Mi paso por Chile fue una experiencia muy buena, pero hoy no volvería a dirigir una Selección. Te da un master en recorrer el mundo y ver fútbol, pero no tenes contacto directo con el entrenamiento y los jugadores. No vivis el día a día, y eso no me gusta tanto.

Por Alejandro Giordano (@AleGiordano11)

POR ALEJANDRO GIORDANO / 17 de febrero de 2014

Publicada en RNB http://www.rockandball.com.ar/copaycampeonato/

GANAR COPA Y CAMPEONATO

¿Desafío imposible para los clubes argentinos? Algunos equipos estuvieron realmente cerca, y ante el surgimiento de nuevos equipos que se lucen, siempre se instala la posibilidad de lograrlo.

Lo tantas veces logrado en Europa, resulta imposible en Argentina. Una tarea dificultosa, un desafío que se lo han propuesto todos los grandes equipos de los últimos años, pero que nadie ha conseguido: ganar copa y campeonato. ¿Falta de estructura institucional, de sólidos equipos, de profundos planteles o se trata de un calendario mal diseñado y sobrecargado? Analicemos, y repasemos ejemplos de planteles que estuvieron a puntos, incluso a minutos, de lograr el hasta ahora imposible doblete.

Todos los equipos salen a ganar, y quieren salir campeón. Parece una obviedad, pero es bueno resaltarlo como punto de partida. ¿Quién no quiere dar la vuelta? El tema es poder hacerlo. No cualquiera tiene la capacidad de ser superior constantemente y vencer al resto, más allá de que en los últimos años se dieron campeones “nuevos” en el campeonato local, como Banfield o Lanús, o renacieron algunos de los mal llamados no grandes, como Estudiantes o Vélez.

Se requiere, primeramente, de un buen equipo. No sólo un 10 que gambetee, un 9 que la meta, un defensor que saque todas o un arquero que tape los remates rivales más preciosos, sino de una identidad de juego, sea cual fuere. Decir identidad, no es ser el Barcelona, sino que ¿basta? con tener claro en la cabeza cuáles son las formas predilectas (pelota por el piso, pelotazos, pelota parada, dársela a Fulano o Mengano) para alcanzar la ventaja en el marcador, sostenerla o ampliarla. Para ello, se requiere plantel, y no sólo titulares, sino suplentes. Esos relevos que serán las ruedas de auxilios cuando el equipo esté cansado por la exigente competencia. Generalmente en este punto, es que se pierden muchos clubes, cuando su 11 inicial empieza a mostrar agotamiento, y los que ingresan no logran estar a la altura, o en el mismo nivel de sintonía futbolística. Pelear un torneo es difícil para cualquiera. Dos, es un caos aún mayor, compuesto de un fino equilibrio indescifrable para los entrenadores. Imagínense para hinchas y demás. Porque, dejando de lado los millones y demás, se trata de personas y cuerpos que se dañan, se agotan y deben regular la actividad deportiva para reponerse casi de forma continúa.

No es que, a lo largo de la historia, falten grandes equipos argentinos que merecieron la doble corona. En la mente de cada uno, surgen rápidamente dos, tres o más conjuntos que se lucieron a lo largo de estos más de 100 años de fútbol en Argentina, si contamos amateurismo y posterior profesionalización del balompié. Hay miles de talentos, pero sólo algunos pudieron juntarse con otros tantos para sumar trofeos a sus palmarés personales e institucionales de los clubes que defendieron.

El caso de Argentinos Juniors es quizá el más cercano a la doble conquista, ya que obtuvo el torneo local y la copa internacional en 1985, pero hubo una pequeña diferencia de meses. El Nacionalempezó en febrero de ese año, y finalizó en septiembre, con un parate intermedio por eliminatorias, ya que la organización y sistema de clasificación de los países al Mundial era distinto. La Libertadores en sí, se jugó de julio a octubre, por lo que sólo, nada más ni nada menos, se jugaron en conjunto las finales del campeonato y la copa.

Ese equipo del Bicho arrasó en el torneo local. Y es el mismo que jugó el 8 de diciembre del ’85, la final de la Intercontinental contra la Juventus de Italia, que contaba con el francés Michel Platini, el arquero tano Stefano Tacconi y el danésMichael Laudrup, entre otros. Aquella misma final según detalla @JavierRoimiser, es una eterna discusión entre los historiadores de fútbol sobre sí hubo doblete o no, pero lo cierto es que hay fechas que coincidieron. Pero lo cierto es que del campeón nacional al campeón de América, sólo pasaron 50 días, en los cuales el Bicho de José Yudica superó cuartos, semifinales y final en tres partidos con América de Cali (Colombia).

Otro que estuvo cerca, e incluso cosechó dos títulos internacionales (Libertadores e Intercontinental), fue el Independiente de la década de  ’70, que se consagró campeón del mundo en 1973, derrotando a la Juventus con gol de Ricardo Enrique Bochini. También sumó la Copa Interamericana, sin embargo en el torneo local no logró coronarse en ese año. Lo mismo aconteció, también con el Bocha en cancha, en 1984: N°1 a nivel continental, y luego campeón en Tokio, Japón, venciendo al Liverpool de Inglaterra, con tanto de José Percudani. El mítico y primer “Rey de Copas” no pudo combinar copa y campeonato, aunque no estuvo para nada lejos

Años atrás, para Racing, la profecía estuvo cerca de quebrarse tempranamente. De la mano de Juan José Pizzuti (nota al DT), fue en 1967, cuando se transformó en el primer campeón argentino del mundo, venciendo al Celtic de Escocia en un tercer encuentro de desempate. Anteriormente, había venciendo de la misma forma aNacional de Uruguay, en Chile. Pero en el Metropolitano de ese año, salió subcampeón, detras de Estudiantes de La Plata. Precisamente, el Pincha fue otro que acumula cuatro Libertadores, pero nunca pudo enlazarlas con campeonatos domésticos, más allá de contar con Juan Ramón y Juan Sebastián Verón en cancha. O le sucedió como en 2010: hubo Clausura, pero se quedó en 4tos en la copa ante el posterior coronadoInter de Brasil.

También Vélez podría entrar en la discusión, ya que en 1996 se consagró en el Clausura ’96, que finalizó el 15 de agosto. Cinco días después, comenzó a disputar la Supercopa Sudamericana, torneo organizado por laConmebol, el cual obtuvo el 4 de diciembre de ese año. No los jugó al mismo tiempo, pero los cosechó en el mismo año calendario, aunque en diferente semestre. En febrero, los de Carlos Bianchi también habían sumado la Interamericana, tras jugar ida y vuelta en una semana ante el Sport Cartaginés de Costa Rica.

Pero a los más grandes, River y Boca, tampoco se les dio. Se estimaría que a los más poderosos, le saldrían más fácil las cosas pero, a pesar de haber tenido más chances, nunca alcanzaron el dúo de títulos. En el caso del Millonario, sucedió otra cuestión de inconvenientes con las fechas: obtuvo la Primera División 1985/86, la cual finalizó en abril del último año mencionado; y ganó la Libertadores (su primera) en octubre del mismo, es decir seis meses después. Pero disputó ambos torneos en simultaneidad por sólo apenas durante un mes y poco más.

El equipo de Núñez tuvo distintas oportunidades de ganar una cosa, y no la otra. Nos quedaremos con una de tantas, por ser relativamente reciente y tan recordada por el contexto: 2004, Libertadores, semifinales. Picante duelo de ida, con numerosa riña incluida, y un duelo de vuelta con sólo hinchas locales. Luego de varias expulsiones, y más peleas, todo se decidió en los penales donde Roberto Abbondanzierise lució, y Maximiliano López malogró su última chance. Luego, el equipo del Virreyperdería ante Once Caldas en Colombia, y River se alzaría con en el Clausura de ese semestre.

En cuanto a Boca, se repite la misma historia: cerca en varias oportunidades, pero nunca con doblete. En 1977, fue campeón continental, y posterior del mundo; luego en ’78, fue de nuevo 1°, esta vez invicto, en la copa, pero en el certamen local se quedó con el subcampeonato.

Lo mismo sucedió en 2003 y 2007, últimas Libertadores que cosechó el Xeneize. En las mismas, Boca fue campeón de América, pero alcanzó la segunda posición en los respectivosClausuras, quedándose con las ganas de ostentar ser los primeros en hacer el doblete. Incluso, hace dos años, estuvo al borde de conseguir todo. Pero finalmente cayó en la final de la copa, ante el Corinthians de Brasil (posterior campeón del mundo), sucedió lo mismo en el torneo local y tuvo de consuelo la Copa Argentina 2012.

En casos más recientes, está el Newell’s de Gerardo Martino, que en 2013 se coronó en el torneo local, y luego quedó eliminado con el campeón Atlético Mineiro, en Brasil, por el certamen internacional. También había tenido un antecedente en 1992, también con el Tata pero como futbolista, y Marcelo Bielsa como DT: dio la vuelta delClausura, y perdió la final de la Libertadores por penales ante Sao Paulo de Brasil.

Además, está el Lanús de Guillermo yGustavo Barros Schelotto, que alzó la última Copa Sudamericana, tras vencer al Ponte Preta de Brasil, y hasta la última fecha del Inicial ’13 tuvo chances matemáticas de pelear el campeonato. El Granate todavía conserva la gran mayoría del plantel, y continúa siendo un equipo en formación que pugna por seguir creciendo, afianzarse y encontrar un techo futbolístico superior al de los últimos años, que han sido bastante sorprendentes para el equipo del Sur del Gran Buenos Aires.

Por Alejandro Giordano.

Publicada en RNB

Maximiliano Ambrosio comenzó siendo productor y conductor del programa de TV sobre Atlas, y hoy es presidente del club de la D. “Atlas despertó pasión en mí”, contó en diálogo con Rock ‘N Ball.

Lo que comenzó como un proyecto televisivo, se transformó en algo político. De querer contar una historia, la del club más chico de todos, Maximiliano Ambrosio pasó a formar parte de la misma. Hoy, a sus 41 años, es el presidente del humilde Club Atlético Atlas, que milita en la Primera D (hoy está 5°), y ansía lograr bajo su mandato el tan esperado ascenso del “Marrón“.

RNB: ¿Cuál fue tu primer contacto con el club?
MA: “Tenía el deseo de contar una historia del equipo de fútbol más débil, el peor de todos, que estaba desafiliado y buscaba renacer. Era como un cuento, que alguna tendría que tener un final feliz. Le propuse hacer el programa al, por entonces vicepresidente, Ricardo Canepa, quien me recibió en la secretaría del club, que era en su propia casa”.

RNB: ¿Eras hinchas de antes o te hiciste con los años que pasaron?
MA: “No era hincha, me fui haciendo. Conocía el equipo de seguirlo en los diarios. Me generaba empatía y cariño porque siempre estaba último, eso me llamó la atención”.

La idea del reality fue del propio Ambrosio, que llevó el piloto a Fox Sports, en mayo del 2005. Luego, propuso 13 capítulos del documental y arrancó en la temporada 2005/06, tras seis meses de trabajo y búsqueda del formato. Mientras, Atlas comenzó a formar el plantel profesional a través de esas numerosas pruebas de jugadores, ya que en la 2004/05 no había competido por haber perdido la categoría en la anterior temporada y se desarmó completamente. Todo ese proceso de armado fue retratado por las cámaras, que filmaron todo: desde las palabras del cuerpo técnico, hasta la vida de los jugadores. “Nunca tuve temor al enojo del jugador por la presencia de las cámaras dentro o fuera del vestuario. La idea era contar una historia, no ser chusmas, pero surgió una convivencia excelente“, dijo el flamante presidente.

RNB: ¿Y cómo se produjo tu llegada a la presidencia?

MA: “Atlas despertó pasión en mí, hizo que mi trabajo trascendiera de lo televisivo. Empecé a asumir responsabilidades, cada vez mayores, para que el club creciera a nivel social, económico o deportivo. Me metí más, gané la confianza de los dirigentes y me fueron proponiendo ser vocal, luego secretario y vice”.

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RNB: Cuando arrancó el programa, ¿imaginabas que llegarías a ser la máxima autoridad de la institución?

MA: “No, para nada. Todo comenzó siendo a pulmón, y yo colaboraba para la grandeza de Atlas. Después de tres mandatos (9 años) consecutivos, Rolando Borosky dejó su cargo y llegué a la presidencia. Pasé de nada, una persona que quería hacer tele, a presidente hasta 2016″.

RNB: ¿Cuántas horas de tu vida le dedicas a Atlas?

MA: “De a poco le fui dando más horas al club, y hoy le dedico gran parte de mi vida se la dedico a Atlas. Y como los deseos aumentan, como fichar determinado jugador o alguna gestión para el club, involucro más tiempo y más esfuerzo. Pero mi mayor deseo es que se dé el ascenso en mi mandato. Damos todo por el ascenso. Los jugadores y cuerpo tecnicos de todos estos años merecen el ascenso, también el público que lo sigue en cancha y en TV”.

Pasaron ocho años desde que empezó el reality, y el club que fundó Ricardo Puga (la cancha lleva su nombre) ha cambiado mucho, y para bien. El Marrón se afianzó en la D, y en cada temporada es uno de los candidatos a pelear por el título. Además, mejoró muchísimo en la parte económica: cuenta con una gran variedad de sponsors y posee uno de los presupuestos más altos en la categoría. “No hay deudas, ni problemas monetarios con anteriores o actuales jugadores y entrenadores“, se enorgullece Maximiliano. En cuanto a lo social, el barrio Los Naranjos (del partido de General Rodríguez) se vio sorprendido con este crecimiento, ya que el estadio aumentó su capacidad casi a 1000 personas, mejoró el césped, las tribunas y el alambrado, . La cuente pendiente es el tan ansiado ascenso. “Cargamos con el mote del ‘equipo a vencer’ por todo lo que genera la televisión. Siempre logramos estar en los primeros puestos, incluso ganamos un reducido, en 2012, y perdimos la promoción por ventaja deportiva. Estuvimos a sólo un gol de ascender”, lamentó Ambrosio.

En tantos años de televisación, el programa “La Otra Pasión” mostró intimidades de jugadores y cuerpo técnicos. Por lo tanto, se dio a conocer un poco la relación interna que hay entre ellos. El presidente asegura que se forjaron amistades y grandes relaciones con todos los cuerpos técnicos y jugadores: “La gran experiencia que vivimos trasciende lo deportivo, por eso con anteriores DT como Néstor Retamar oGuillermo Szeszurak mantenemos un gran diálogo. En Atlas, priorizamos lo humano en nuestro fútbol”.

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RNB: A la hora de contratar jugadores, ¿cómo hace Atlas?

MA: “Siempre escucho lo que sugieren y doy libertad a las contrataciones. En el último período de contrataciones, trajimos muchos juveniles de clubes de Primera, comoArgentinos Juniors o Vélez, pero mantenemos a experimentados como el delanteroWilson Severino (máximo goleador del club) y César Rodríguez (volante, apodado “Rata”, que tiene abundantes rastas)”.

RNB: ¿El club tiene alguna ventaja o desventaja con respecto al resto de los clubes?
MA: “Tenemos buen dinero para la D, pero hacemos muchas pruebas para contratar lo mejor. No hay mercado de pases porque estamos en una liga amateur, donde no hay mejor postor ni más plata. Hay pactos de palabras y vínculos con otros clubes. El hecho de que sea amateur implica que no hace falta cumplir contratos, pero sí las palabras dadas y compromisos realizados”.

RNB: ¿La D creció realmente? ¿Se juega de otra manera?
MA: “La verdad que cambió el ascenso en los últimos años. Se ha profesionalizado mucho, el nivel de las canchas subió, la propuesta futbolística mejoró, y casualmente son esos los que están arriba de la tabla. Todavía existe el injustificado mito que en la D se pega mucho.

RNB: ¿Y un equipo de la D puede jugarle de igual a igual a uno de Primera?
MA: “Todavía no. La gran diferencia está en lo físico, y también en la diferencia de tiempo de trabajo en inferiores. La brecha se achicó y cada vez hay equipo más fuertes, espectaculos más interesantes, porque los clubes se han aliado y elevado su nivel deportivo e institucional”.

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RNB: En la actualidad, Atlas no está peleando los primeros puestos, siendo un grande de la categoría. Si fuera Primera, ¿al DT ya lo habrías echado?
MA: “Nos manejamos de otra forma. Es cierto que los resultados no se le dieron como esperábamos, pero los procesos llevan tiempo y tenemos un gran entrenador comoDaniel Zulaica, que conoce a cada jugador y equipo de la división. Es un enfermo obsesivo del trabajo, trabaja de manera desmedida y confíamos en él. La esperanza del ascenso sigue intacta“.

Por Alejandro Giordano (@AleGiordano11)

El fútbol es angustia

Publicado: octubre 26, 2015 en Deportes, Futbol, Rock 'N Ball, Sports
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EL FÚTBOL ES ANGUSTIA

Publicada en agosto de 2013 – http://www.rockandball.com.ar/el-futbol-es-angustia/

Escrito hace 46 años, los textos del periodista cordobés Dante Panzeri continúan vigentes en el día a día de nuestro fútbol, en la realidad inmediata. En su célebre, exquisito y recomendado “Fútbol, dinámica de lo impensado”, Panzeri (1921-1978) trata la angustia en el balompié de una manera particular. Intenta dejar al hincha de costado (quizá el que más y realmmente sufra) y se centra en los protagonsitas, en los que toman partido en las acciones del partido.

«Pasando por las etapas de desnaturalización del hecho lúdico del juego, hemos llegado a la actual realidad (referido a 1967) de que el mismo juego constituye hoy una angustiosa preocupación que impide jugar. Una angustiosa preocupación de muchos sectores intervinientes en estado de creciente angustia económica-política-pasional“, comienza describiendo Panzeri. Parece escrito hoy mismo, pero no. Es un texto de hace casi cinco décadas. El periodista describe las angustias que padecen cada uno de los actores del fútbol:

– “Una angustia para el dirigente que se  juega en un partido su sustentación en el juego de la ambición política, de la vanidad personal, a veces también de sus negocios mal habidos a través del fútbol, como puede ser su participación no declarada en los beneficios de competencias que aparentemente se transfieren a empresarios encargados de organizarlas“.

– “Una angustia para el jugador que en cada partido considera que se juega una parte del futuro de su vida, la de su familia, la de sus negocios al margen del fútbol, sabiendo como sabe de lo que es capaz un arrebato de histeria de aquel medio directivo que, con la misma rapidez que hace del jugador su estandarte, hace del mismo jugador su traidor“.

– “Una angustia semejante para todos los demás componentes de la maquina comercial del fútbol, que hoy (en referencia a 1967, eh)  se ha multiplicado al punto de involucrar (…) a un vasto cuerpo de asistentes supuestamente científicos del instrumento-jugador, todos comprendidos en la inestabilidad permanente de todos, que se genera en aquella endemoniada vorágine del dinero que está en juego para todos. (…) Todos son prisioneros de la desbordante seriedad del fútbol convertido en demasiado importante, en demasiado serio como angustia humana y, de hecho, minimizado como juego o expresión del jugar. (…) El hombre debe, puede y necesitar jugar. El fútbol lo ha olvidado. Exceptuando al hincha, que es todo pasión romántica, a veces cándida o agresiva, pero romántica siempre, los demás agentes del fútbol están sepultados por la angustia de sus propias dimensiones de su condición de negocio del espectáculo”.

La cruda realidad del 2013, de los últimos años. Panzeri describe la situación de hace 46 años, y su pensamiento parece anacrónico, o estamos ante un visionario. Pero no. Es el propio fútbol, que se ha estancado, que no ha podido resolver los problemas y limpiar los trapos sucios que tiene. Panzeri llama a “deportivizar“, a “desmercantilizar” el fútbol para que “siga siendo un buen negocio“. Un texto viejo, de hace muchos años, para ponerle palabras a muchas cuestiones que suceden y no se pueden (o no quieren) frenarlas.